Lourdes Kcam Chung, docente de la Facultad de Ciencias de la Educación, comenta sobre la importancia de que los niños aprendan a reciclar.
Por Kattia Cañola. 28 agosto, 2013.
Anualmente, los peruanos producen alrededor de 7 millones de toneladas de basura, convirtiendo esto en un gran problema para el medio ambiente y, por ende, para la sociedad. Frente a esta realidad, el reciclaje es una solución bastante acertada para reducir la contaminación en el país.
En este contexto, surge la necesidad de inculcar una conciencia ambientalista en la sociedad; esta cultura ecológica se debe enseñar a las personas desde pequeñas, por ello, tanto los padres como los maestros deben trabajar en conjunto para crear futuros ciudadanos responsables del cuidado del medio ambiente.
La escuela es fundamental en este aprendizaje, pues es importante que los estudiantes respeten la naturaleza mediante acciones que puedan convertirse en hábitos en el futuro. Lourdes Kcam Chung, docente de la Facultad de Ciencias de la Educación, explica en esta entrevista cómo se inculca actualmente la cultura del reciclaje en los colegios.
¿Existe en la malla curricular educativa acciones orientadas a la cultura del reciclaje?
En la malla curricular existe el área de Ciencia, Tecnología y Ambiente la cual tiene como finalidad contribuir al desarrollo integral del alumno, en relación con la naturaleza de la cual forma parte, con la tecnología y con su ambiente. Asimismo, se trata de brindar a los estudiantes alternativas de solución a los problemas ambientales y de salud, en la búsqueda de lograr una mejora de la calidad de vida.
¿Qué metodologías pedagógicas se utilizan para crear una conciencia ecológica en los estudiantes?
En el ámbito de las ciencias existe una gran variedad de estrategias que fomentan el desarrollo de las capacidades; entre ellas se podrían mencionar los métodos: científico, hipotético-deductivo, analítico, experimental, entre otros. Respecto a los contenidos, se abordan temas ejes: desde los problemas tecnológicos de impacto social, así como problemas ambientales como la contaminación y el cambio climático.
Se trata de propiciar en los estudiantes la participación activa mediante el debate, en donde se pueda crear y argumentar medidas para mitigar el deterioro ambiental, así como identificar los factores que afectan el equilibrio ecológico.
¿De qué forma se puede generar conciencia en los niños sobre la importancia de reciclar? ¿A través de qué acciones especificas?
Las instituciones deben procurar desarrollar en los alumnos actitudes, hábitos, modos de sentir y de pensar que vayan construyendo la conciencia de ser parte integrante y activa de un gran ecosistema. El reto es generar un sentimiento de respeto hacia la naturaleza; actitudes de protección y conservación de la naturaleza y sus recursos; valoración de los bienes naturales y gratitud por poder disponer de ellos.
De igual forma, se debe inculcar una actitud de aprovechamiento y reutilización de los recursos; actitud de economizar y reducir el consumo de los recursos naturales y sus derivados. Entre las acciones especificas, se pueden poner tachos de basura con etiquetas para colocar papel, materiales orgánicos, vidrios, metales. También se pueden idear, crear y diseñar objetos útiles de material que puede ser reutilizable.
Las escuelas del Estado realizan acciones orientadas a la conservación del medio ambiente en las cuales han intervenido los profesores y los niños. Los estudiantes se vinculan mucho mejor con acciones concretas que con enunciados abstractos. Y, sobre todo, en cuestiones ambientales, los hechos valen más que mil palabras.
¿Los escolares muestran interés por cuidar el medio ambiente en nuestro país?
Los escolares participan activamente en los proyectos. En el tema ecológico es necesario que los padres y profesores sostengan con sus actitudes el cuidado del medio ambiente, ya que los niños necesitan referencias o modelos. Trabajar por un ambiente ecológico requiere un esfuerzo por unir las capacidades intelectuales y morales.
Los conocimientos y la decisión de actuar bien, requieren esfuerzo, retroalimentación continúa para no caer en la rutina y que se devalúen las acciones que se realizan.
